Después de dos horas de viaje, Rodrigo y las diosas finalmente habían llegado a la ciudad de Aros, la cual estaba sitiada por los hombres de Sweyn. Flechas llovían en
Después de dos horas de viaje, Rodrigo y las diosas finalmente habían llegado a la ciudad de Aros, la cual estaba sitiada por los hombres de Sweyn. Flechas llovían en